Bosques tropicales con sabor afrocaribeño.
En 1.502 Cristóbal Colón llegó por primera vez a esta tierra de bosques tropicales húmedos de gran exuberancia y aguas
claras de arrecifes de coral. Hoy el encanto natural se mantiene en una región caracterizada por la convivencia de algunas
de las diferentes razas que han dejado su huella en la historia costarricense: la blanca, la china, la indígena y la afrocaribeña.
Esta última, con sus ricas tradiciones culinarias de sabor a coco, su ritmo y su lenguaje ofrece a los visitantes una experiencia
muy distinta a la de otras regiones del país.
Gracias a su riqueza de flora y fauna, su variedad de ecosistemas acuáticos
y sus playas de arena negra y blanca, la región es ideal para la práctica de actividades enfocadas en la naturaleza y el mar,
entre las que destacan la pesca de especies como el tarpón, el Wa y la barracuda, el buceo en aguas claras, y el surf. Al
sur, Puerto Viejo se constituye en uno de los principales puntos para la práctica de este último deporte, donde los surfistas
más ávidos se dan cita para conquistar la Salsa Brava: una de las olas más famosas en el mundo, ya que sorprendentemente llega
a alcanzar una altura de hasta 13 metros. Otras olas apetecidas son las de playa Bonita, Westfalia e Isla Uvita (Quiribri).
La región del Caribe abarca la provincia de Limón, que está conformada por los cantones de Guácimo, Matina, Talamanca,
Pococí, Siquirres y Limón. Es en este último donde se ubica el principal puerto de exportación del país, el cual se une a
la capital por medio de una carretera en excelentes condiciones que regala al visitante con el paisaje "siempre verde" de
las montañas cubiertas de vegetación del Parque Nacional Braulio Carrillo, continuando por llanuras, plantaciones de banano,
plantas ornamentales, pejibaye, palmito y cacao, hasta alcanzar playas de ensueño bordeadas por infinitas hileras de cocoteros.
La región posee un clima tropical húmedo y presenta cambios de temperatura que oscilan entre los 33ºC durante el día
y los 20ºC durante la noche. Los bosques lluviosos del Caribe reflejan a la perfección la idea del bosque tropical, con árboles
inmensos adornados con lianas y plantas de altura de crecimiento exuberante. Estas características, a la que se une la presencia
de especies de gran atractivo como el tucán pico iris, el pavón, el mono araña, el pizote y la danta, son posibles gracias
a la presencia de una gran cantidad de lluvia todo el año, con periodos un poco más secos en meses como abril y octubre, precisamente
cuando el carnaval de Limón deslumbra a los visitantes con el colorido y ritmo de sus comparsas y grupos musicales.
Algunas
de las áreas silvestres protegidas que brindan la oportunidad de conocer los bosques lluviosos de la región, así como sus
variados ecosistemas acuáticos de gran belleza son: el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, la Reserva Biológica
Hitoy Cerere, el Parque Nacional Cahuita, el Refugio de Vida Silvestre Barra del Colorado y el Parque Nacional Tortuguero.
Este último, famoso por el desove de tortugas marinas y por poseer canales naturales que albergan especies amenazadas como
el manatí, la nutria y el cocodrilo.
Ya se trate de explorar un parque nacional, disfrutar del mar cálido o degustar
un sabroso rice and beans, preparado a base de arroz y frijoles con aceite de coco, el Caribe siempre espera al visitante
con su diversidad natural.
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